¿Cómo se manifiesta el daño auditivo? consejos para proteger tu audición.

La Audición es un sentido muy importante para cualquier aspecto de la vida humana.

Pocas veces nos damos cuenta de lo necesaria que es esta función corporal, pues forma parte de nuestra condición natural. No obstante, si esta llegase a faltar, nuestra existencia cambiaría por completo.

Tendríamos que adaptarnos a nuevas condiciones y ya no podríamos disfrutar de muchas cosas que nos hacen felices.

Por todo esto, es fundamental mantener nuestro oído sano y libre de riesgos que puedan dañar nuestra capacidad auditiva.

Del mismo modo, vale la pena conocer las formas en que nuestro oído puede atrofiarse.

El daño auditivo puede aparecer por un gran número de causas entre las que destacan las siguientes:

• Por exposición a fuentes sonoras con exceso de decibelios.
• Por una mala higiene.
• A causa de malformaciones congénitas.
• Por infecciones agudas en la zona ótica.
• Por golpes en los oídos.

En algunas ocasiones, el daño puede ser reversible.

Desafortunadamente, también es muy frecuente que este no tenga remedio.

Además, la gran mayoría de estos problemas auditivos suelen manifestarse de forma gradual.

Lo más peligroso de este padecimiento, es que es casi imperceptible. No obstante, el trastorno avanza tan silenciosamente que cuando se detecta, suele estar ya muy desarrollado.

Además, este problema puede manifestarse a cualquier edad, pues afecta a niños, jóvenes y adultos por igual.

De hecho, por la alta exposición que muchos jóvenes tienen a auriculares y audífonos, cada vez es más popular este daño en edades más prematuras.

¿Cómo identificar el daño auditivo?

Entendamos, en primera instancia, que el daño auditivo es la disminución gradual, temporal o total de la capacidad de oír.

Este problema puede manifestarse en uno, o en algunos casos, en los dos oídos.

Dicha condición está relacionada con algún problema generado en las estructuras de los órganos auditivos.

Pero, ¿cómo podemos identificar el daño auditivo? Pues la respuesta es sencilla, el daño en el oído puede presentarse en las siguientes formas:

• Trauma acústico: Es la pérdida de la capacidad de oír relacionada con un daño en los órganos que conforman el oído interno.Dicho trastorno está normalmente asociado a la exposición repentina a una fuente sonora intensa.Otra causa de este problema auditivo es haberse sometido continuamente a ruidos mayores a 85 decibelios sin los cuidados pertinentes.
• Sordera conversacional: Este trastorno se presenta cuando la persona en cuestión no es capaz de percibir algunos fonemas.Esta condición genera problemas de comunicación y hace que sea muy difícil entender al interlocutor.El oyente, en muchas ocasiones, no es capaz de seguir una conversación efectivamente.
• Hipoacusia: Este problema puede definirse como la disminución de la sensibilidad auditiva.
  Puede manifestarse en uno o en los dos oídos. Además, se presenta en distintos grados y formas.
• Fatiga auditiva: Es la pérdida temporal del sentido auditivo producto de una exposición a niveles de ruido elevados.El trastorno dura por lo general entre dos y 16 horas y suele desparecer después.
• Cofosis: Es la pérdida total e irreversible del sentido auditivo. Este es el daño auditivo más severo, pues implica nunca más volver a ser capaz de oír.

Consejos prácticos para proteger los oídos

Son muchos los grados y tipos de daños auditivos que se han explicado. Si la causa no es por algún mal congénito, todos son evitables.

Sabiendo esto, podemos seguir las siguientes sugerencias que nos ayudarán a mantener nuestros oídos sanos:

1. Evitar exponerse a fuentes sonoras elevadas: Al estar en espacios públicos, es conveniente alejarse de lugares ruidosos.Si deseamos asistir a un concierto, es recomendable buscar asientos alejados de las fuentes de sonido.Similarmente, procuremos alejarnos de fábricas o edificios en construcción que produzcan ruidos estridentes.
2. Usar auriculares con protección de volumen: Existen auriculares que poseen un programa que regula el volumen al cual se pueden ajustar.El uso de estos auriculares para escuchar música o ver películas ayuda a que el oído no se sobresature de contenido sonoro excesivo. Si no tenemos acceso a estos auriculares, ajustemos nuestros dispositivos a no más de 80 decibelios.Además, no nos expongamos a estos sonidos por más de cuatro horas ininterrumpidas.
3. La higiene es primordial: Limpiar los oídos diariamente es fundamental para evitar cualquier tipo de infección.Del mismo modo, podremos controlar la cantidad de cerumen que hay dentro de ellos. También procuremos secar bien nuestros oídos después del baño.Estas tres acciones reducen significativamente el riesgo de daño auditivo por falta de higiene.
4. No introducir objetos al canal auditivo: No es recomendable usar bastoncillos para la limpieza de los oídos.Lo mejor es limpiar el oído exterior con agua y jabón neutro y acudir a un otorrinolaringólogo para la limpieza interior.

   

5. Usar tapones auditivos: Si no hay remedio y tenemos que exponernos a fuentes sonoras grandes durante mucho tiempo, utilicemos tapones auditivos.Esto contribuirá a disminuir las probabilidades de que aparezca algún tipo de daño auditivo derivado de esta exposición.

Perder la audición es un problema muy común, pero puede evitarse.
¡Más vale prevenir que lamentar!